Branding vs. Identidad

¿Cuál es la diferencia entre branding e identidad?

Es común escuchar esta pregunta.

Muchas personas suelen usar los términos “branding” e “identidad” como si fueran lo mismo, pero no lo son.

Vamos a despejar la duda.

Primero, entendamos qué significa la palabra “marca”. Cuando hablamos de una marca, nos referimos a una colección de elementos intangibles que representan a una empresa, producto o servicio. La marca es, en esencia, esa conexión emocional que los consumidores desarrollan con un negocio. Todos los días nos encontramos con nuevos productos o empresas: desde el detergente más novedoso, hasta una aerolínea recién lanzada o el último fabricante de teléfonos inteligentes.

La competencia en cualquier mercado es feroz, y eso obliga a las empresas a encontrar maneras de destacar, de conectar emocionalmente con sus consumidores y, sobre todo, de convertirse en algo que no puedan reemplazar. Esto es clave para generar fidelidad.

Aquí es donde entra el concepto de branding. A menudo, la idea de marca se confunde con lo visual, pero va mucho más allá. El branding es el proceso de construir esa relación emocional a través de una estrategia clara.

Se trata de crear una identidad y una imagen en la mente del cliente, haciendo que tu producto o servicio sea único. Para lograrlo, se realiza un trabajo exhaustivo que incluye investigar, definir el enfoque de la marca, diseñar su identidad, desarrollar los puntos de contacto (esos momentos donde el cliente interactúa con la marca) y gestionar todos esos activos.

Este proceso no sucede de la noche a la mañana; generalmente, se lleva a cabo a través de campañas promocionales bien pensadas, con un mensaje constante.

Ahora bien, ¿qué pasa con la identidad de marca?

A diferencia del branding, que es un proceso estratégico, la identidad de marca es lo que las personas pueden ver y sentir. Es lo tangible, lo que podemos tocar con los sentidos. La identidad de marca incluye elementos como el logotipo, los colores, la tipografía, los gráficos en redes sociales, el diseño web, el packaging, entre otros. Todo lo que ves asociado a una marca, eso es la identidad.

En resumen, mientras que el branding se trata de construir esa conexión emocional y dar forma a cómo las personas perciben una marca, la identidad de marca es la parte visible de ese proceso. Es lo que distingue visualmente a una empresa de las demás y ayuda a crear reconocimiento y diferenciación.

Entonces, la próxima vez que pienses en una marca, recuerda que va mucho más allá del logo. Se trata de cómo esa marca se siente, cómo se conecta contigo y cómo logra dejar una huella emocional en tu vida.

Autora: Marcela Marzocchi